Fort Lauderdale, Florida: playas, canales y planes top en la “Venecia de América” 🌴

Sí, Fort Lauderdale merece la pena, especialmente si buscas una alternativa más tranquila, ordenada y relajada que Miami, sin alejarte del mar y el buen clima. Es una ciudad que sorprende por su sistema de canales, sus playas limpias y su estilo de vida náutico.

Aunque no tiene la fama internacional de otras ciudades de Florida, Fort Lauderdale tiene mucho que ofrecer: paseos en barco, museos interesantes, vida nocturna más relajada, centros comerciales al aire libre, y una playa extensa con mucho menos agobio.

Uno de sus puntos fuertes es el equilibrio: es un destino turístico, sí, pero se siente más vivido que armado. Es ideal para familias, parejas, o viajeros que quieren descansar sin renunciar a buenos restaurantes, paseos y algo de vida social.

¿Lo recomiendo? Sí, sobre todo si ya has estado en Miami o quieres algo menos intenso. Fort Lauderdale tiene personalidad propia, y puede ser una base perfecta para explorar el sur de Florida, incluyendo los Everglades o incluso escapadas a los Cayos.

Llegué a Fort Lauderdale casi por casualidad, después de unos días en Miami, buscando algo más relajado. Y fue un gran acierto. Lo primero que me llamó la atención fueron los canales: parecía una pequeña Venecia americana, con casas frente al agua y barquitos pasando cada tanto.

Me alojé cerca de la playa y cada mañana salía a caminar por el paseo costero. Amplio, limpio, con palmeras y ese olor a sal que te llena el pecho. La playa me pareció preciosa: arena clara, olas suaves, y sin el caos de otros destinos turísticos.

Hice un paseo en barco por los canales al atardecer, y fue uno de los mejores momentos del viaje. Ver las mansiones iluminadas, escuchar las historias del capitán y sentir el viento cálido en la cara fue una experiencia tan sencilla como perfecta.

También visité Las Olas Boulevard, una avenida llena de tiendas, galerías y restaurantes. Me encantó el ambiente: animado pero sin gritos, con música en vivo en algunas terrazas, y un estilo muy local. Comí en un sitio especializado en mariscos que todavía recuerdo con cariño.

Mi consejo: no subestimes Fort Lauderdale. Es tranquila, sí, pero también elegante, accesible y muy bien ubicada. Si buscas descanso sin aburrimiento, y mar sin masificación, te va a gustar más de lo que esperas.